Manzaneda en primavera: mucho más que nieve
- 26/02/2025
- Lugares
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Sálvora es una isla mágica. Situada frente a la costa de Santa Uxía de Ribeira, en la provincia de A Coruña, forma parte del Parque Nacional Marítimo-Terrestre das Illas Atlánticas de Galicia. Con una belleza salvaje, historia legendaria y un ecosistema protegido, la isla de Sálvora se ha convertido en un destino imprescindible para los viajeros que buscan naturaleza virgen, tranquilidad y experiencias diferentes en las Rías Baixas.
Queremos contarte todo lo que necesitas saber para organizar una visita inolvidable a Sálvora, desde cómo llegar hasta qué normas te puedes encontrar. Si te apetece venir a visitarnos, aprovechar para descubrirla es uno de los planes más recomendables.
La isla de Sálvora se encuentra en la entrada de la ría de Arousa, a pocos kilómetros mar adentro desde Ribeira. Administrativamente pertenece a este municipio gallego, aunque su acceso está regulado por el Parque Nacional para preservar su delicado entorno natural.
El entorno de Sálvora es especialmente atractivo por su combinación de costa rocosa, playas de arena blanca, vegetación autóctona y ruinas históricas. Además, es un lugar idóneo para la observación de aves marinas, fotografía de naturaleza y caminatas tranquilas sin aglomeraciones.
Para visitar Sálvora es necesario contratar una excursión autorizada, ya que el acceso está limitado a un número reducido de personas al día y debe hacerse con empresas acreditadas por el Parque Nacional.
Desde el puerto de Santa Uxía de Ribeira salen barcos organizados por varias compañías locales durante los meses de primavera y verano. Es recomendable reservar con antelación, especialmente en temporada alta. Algunas rutas incluyen guía oficial, lo que aporta un gran valor a la experiencia, ya que permite conocer los secretos de la flora, fauna e historia de Sálvora.
Esta es la principal playa de la isla, situada junto al embarcadero. De arena fina y aguas cristalinas, es un lugar perfecto para relajarse, tomar el sol o simplemente contemplar el paisaje. Aunque el baño está permitido, no hay servicios ni socorristas, por lo que se recomienda precaución.
Situado en el extremo norte, el faro fue construido en 1852 y aún está en funcionamiento. El camino hasta el faro atraviesa paisajes de rocas graníticas y matorral costero, ofreciendo vistas impresionantes del Atlántico.
En el corazón de la isla se encuentran las ruinas de la antigua aldea de Sálvora, donde hasta mediados del siglo XX vivieron algunas familias dedicadas a la pesca y la recogida de algas. Caminar entre sus casas derruidas y ver la antigua capilla es una experiencia conmovedora.
Uno de los iconos de la isla es una estatua de sirena tallada en piedra en la década de 1960. Está situada cerca de la playa y recuerda una leyenda local sobre una sirena que salvó a marineros de un naufragio. Es un lugar muy fotogénico y simbólico.
Sálvora no tiene una infraestructura turística como tal, pero los caminos que cruzan la isla llevan a pequeños altos desde donde se puede contemplar toda la ría de Arousa. Ideal para los amantes de la fotografía o simplemente para desconectar.
La historia de Sálvora está llena de misterio. En 1120, la isla fue donada al monasterio de Armenteira por Teresa de León, madre del rey Alfonso VII. Durante siglos, pasó por diferentes manos, desde nobles hasta comerciantes, y a finales del siglo XIX fue adquirida por una familia gallega que la mantuvo como propiedad privada hasta su compra por la Xunta de Galicia en 2008.
Entre las leyendas más populares está la de la sirena de Sálvora, que inspiró la famosa escultura. También hay historias sobre naufragios y saqueadores que utilizaron la isla como refugio.
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